Como ya sabéis, el hielo tiene muchos usos dentro de los rituales de belleza, por eso siempre recomendamos tener una de nuestras máquinas de hielo industrial en los salones de belleza dedicados a todo tipo de tratamientos de belleza con hielo.
De este modo, a continuación, os mostraremos algunos de los usos que podréis darle:
Luminosidad: el hielo activa la circulación, reduce las arrugas, aminora el dolor y el enrojecimiento del acné, además, reduce las ojeras y la hinchazón.
Premaquillaje: el hielo cierra los poros y evita que la piel esté aceitosa, de este modo logra afinar la textura del rostro y hace que se produzcan menos secreciones sebáceas, así que nuestro maquillaje dura más.
Predepilación: con el hielo se calma la irritación y se cierran los poros, por tanto, la depilación será mucho más placentera.
Remedio contra el acné: el hielo reduce la hinchazón de cualquier parte del cuerpo, incluso de las espinillas.
Antiojeras: el anterior remedio también funciona con las ojeras.
Se trata de la aplicación de frío sobre el organismo para conseguir efectos de vasoconstrucción y analgesia.
La crioterapia favorece la alimentación celular, trayendo beneficios como el mejoramiento de los niveles de azúcar simple en la sangre, ayuda a la circulación de sustancias gástricas, favorecimiento de la absorción de sustancias alimenticias; por ejemplo, la vitamina B.
Deportistas destacados en el mundo ya están aprovechando las ventajas de este tipo de terapia fría para tratar diferentes tipos de lesiones. Además, la crioterarpia ayuda a eliminar sustancias nocivas del organismo, lo que les aporta un mayor rendimiento.
En cuanto a estética, aporta efectos casi inmediatos porque beneficia la eliminación de toxinas, sirviendo así para el tratamiento de alteraciones como la psoriasis, la dermatitis atópica, eccemas, piel cetrina, celulitis y más.
Al igual que cualquier tratamiento, la crioterapia tiene contraindicaciones, por lo que personas con patologías que comprometan la compensación vascular, que han sufrido infarto de miocardio, con antecedentes de tromboembolismo, etc., al igual que las mujeres embarazadas, no deberían someterse a ella.
Bajo la supervisión profesional siempre será más seguro actuar para este tipo de terapias.
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